EL TERCER CONCIERTO DE LA TEMPORADA NOS SORPRENDERÁ CON UNA OBRA DE ESTRENO QUE NOS ACERCARÁ A LA MÚSICA BALCÁNICA

EL TERCER CONCIERTO DE LA TEMPORADA NOS SORPRENDERÁ CON UNA OBRA DE ESTRENO QUE NOS ACERCARÁ A LA MÚSICA BALCÁNICA

Nos acercamos al tercer concierto de los Community Concerts 24/25, el cual tendrá lugar el próximo sábado 30 de noviembre a las 19:00 horas en el Palacio de la Paz de Fuengirola. Se trata en esta ocasión de un programa para orquesta de cuerdas que combina el estreno absoluto de un concierto para guitarra del compositor madrileño Alejandro Román con otras de Ramón Roldán, Andrés Gaos y Béla Bártok. En este concierto contaremos además con la participación del guitarrista sevillano Sergio Calero Fernández, encargado de realizar la parte solista del estreno absoluto de Montenegro Airs bajo la dirección de Juan Paulo Gómez, director musical y artístico de Iberian Sinfonietta, quien inica este proyecto en 2019 con un objetivo filantrópico basado principalmente en la difusión de la música clásica en la comunidad, el apoyo a los jóvenes intérpretes y compositores, así como la programación de obras de nueva creación. 

Delicadeza sonora y sensibilidad en un Adagio para orquesta de cuerdas

Nacido en Ceuta en 1954, Ramón Roldán Samiñán es uno de los referentes en el campo de la composición de toda la geografía andaluza, especialmente en la ciudad de Málaga, donde ejerció como Catedrático de Composición desde 1986 en el Conservatorio Superior de Música de la ciudad. Podemos destacar de él la versatilidad que siempre ha manifestado en sus trabajos, ya que ha compuesto obras para todo tipo de formaciones vocales e instrumentales en los que igualmente ha plasmado estilos musicales diversos, muestras todos ellos de la incasable búsqueda de un lenguaje propio capaz de transmitir al oyente un mundo sonoro especial, refinadamente elaborado y cargado de contenido emocional. Concretamente y claro ejemplo de ello sería este delicado Adagio para orquesta de cuerdas, obra compuesta en 1995 con un discurso nítido y cantabile fácil del llegar al oyente con una estructura clásica basada en la tradicional forma sonata en la que se invierte el orden de aparición de los temas A y B con respecto a su exposición. 

Calidez y calma sonora en una visión nocturna musical

Instalado definitivamente de Buenos Aires para dedicarse de lleno a la docencia, el violinista y compositor coruñés Andrés Gaos Berea compuso su Impresión nocturna, serenata para orquesta de cuerdas destinada a ser interpretada en los "Conciertos Sinfónicos de Música Argentina", los cueles fueron organizados por el pabellón argentino presente en la Exposición Universal de París en 1937. Sin embargo, el estreno de la obra no se produciría hasta el 29 de septiembre de 1939 en la Salle Gaveau por la Association des concerts Lamoreaux dirigida por el propio compositor. 

Con una estructura tripartita bien definida y un lenguaje sonoro cálido y sereno, la versión que se interpretará en el concierto se realiza a partir de la partitura manuscrita y las partes instrumentales utilizadas para el estreno y el autógrafo de la reducción para piano. Esta nueva versión se interpretó por primera vez el 5 de octubre de 1993 a cargo de la Orquesta Sinfónica de Galicia bajo la dirección de Matthias Aeschbacher.

Un concierto para guitarra que explora por las melodías y danzas tradicionales de los Balcanes.

Montenegro Airs es una obra que entrelaza tradición y virtuosismo. Fue un encargo de la discográfica Deutsche Gramophon para el guitarrista montenegrino Miloš Karadaglić, y su estructura se basa en canciones y danzas populares de Montenegro, como "Tekla voda na valove", "Zavedi, povedi" y la danza final "Kolo". La obra está concebida como un breve concierto para guitarra y orquesta de cuerdas, con percusión, en el que el solista tiene un papel central. Hay secciones muy virtuosísticas para la guitarra, pero también momentos más íntimos, como la canción "Biser Mara", que es el punto álgido de la obra, situada en el lugar de la proporción áurea. El lenguaje busca capturar la esencia del folklore montenegrino, al mismo tiempo que ofrece una visión contemporánea.

Un divertimento de estilo barroco enmarcado en un lenguaje basado en la armónia triádica

El programa de concierto se cerrará con una obra del compositor húngaro Béla Bartók, su Divertimento para orquesta de cuerdas (Sz.113 BB.118). Compuesta en 1939 por encargo del director de orquesta suizo Paul Sacher, es una de las últimas obras que el compositor escribió en Europa. Fue estrenada por la Orquesta de Cámara de Basilea bajo la dirección del propio Sacher, siendo la última obra en la que ambos trabajaron juntos.

Organizada en tres movimientos, se trata de una obra de tipo neoclásico basado en tonalidades modales, siendo difícilmente catalogable entre modernista o neoclásica. Su tratamiento se concibe como un pequeño grupo de solistas que contrastan y dialogan con el resto de la orquesta, recordándonos al concerto grosso del Barroco. Es una obra de grandes contrastes dinámicos en el que recursos como el fugatto están presentes en diferentes momentos. 

El lenguaje empleado por Bártok en esta obra se basa en el uso de intervalos simétricos para conformar acordes, combinado todo ello con la utilización de la serie de Fibonacci para escoger las alturas, logrando un color muy personalizado y fácil de distiguir. Predomina la armonía triádica, especialmente en los movimientos primero y tercero, sustituyendo por tanto al sistema armónico que diseñó entre los años 1915 y 1925, lo cula deja claro que el período experimental del compositor ha quedado ya en el pasado.

Para no perdérselo...

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