PULCINELLA Y STRAVINSKY: UNA MIRADA AL PASADO PARA DAR UN PASO HACIA EL FUTURO

PULCINELLA Y STRAVINSKY: UNA MIRADA AL PASADO PARA DAR UN PASO HACIA EL FUTURO

Querido público:

El próximo sábado 20 de mayo será, como saben, el último concierto de Iberian Sinfonietta en esta temporada, que no del año, pues volveremos en septiembre, pero sí daremos paso a la época estival. La orquesta llega a este cierre con fuerza y vigor en relaciones con instituciones, en asistencia y fidelización de público, en calidad de sonido y de los programas; la verdad, estamos satisfechos de esta temporada. Para celebrarlo, un programa redondo, dos obras de dos titanes de la música: Mozart y Stravinsky

Hoy nos centraremos en la obra que cerrará el concierto, la suite del ballet Pulcinella de Igor Stravinsky, un compositor nacido en Rusia, luego nacionalizado francés y después norteamericano. Un personaje único en la historia de la música.

Stravinsky escribió la música para el ballet Pulcinella basándose en una historia del siglo XVIII. Eran los años iniciales del siglo XIX y los ballets rusos giraban por toda Europa, estaban de moda. Detrás de todo ello, algunos personajes, un empresario, Serguei Diaguilez, un libretista y bailarín, Massine y un diseño de trajes y decorados de nuestro Pablo Picasso. La excelencia en todos los aspectos. El ballet Pulcinella se estrenó en 1920. Dos años más tarde, se estrenó la versión que interpretará Iberian Sinfonietta, la suite en la que no aparecen cantantes solistas, se reduce el número de pasajes y se retoca en general la obra.

Stranvinsky era el compositor más relacionado con la música para danza, de ahí la propuesta del empresario Diaguilev, pero era una persona muy compleja a la hora de aceptar un encargo, debía ser muy motivador. Diaghilev le hizo una propuesta en ese sentido, se trataba de basarse en música italiana, de Pergolesi y de otros barrocos italianos que habían musicado el tema de Pulcinella. La propuesta, en plena Europa en periodo de entreguerras, le llega viviendo en Suiza, que se había mantenido neutral en la I Guerra Mundial. Hacía poco, había triunfado otra obra en Europa, con Picasso, Massine pero con música de Falla: El sombrero de tres picos; ahora, el empresario quería la música de Stravinsky. La obra supuso para el compositor el que investigara y se sumergiese en toda la música anterior, por lo que nace una etapa fundamental en su estilo, que influirá en todos los compositores, nace el Neoclasicismo. Volver a inspirarse y basarse en los autores históricos, Pergolesi en este caso, Bach, Mozart...

Stravinsky, después del estreno del ballet, entendió que había pasajes de los cantantes que podían realizarse por los instrumentos de la orquesta sin problema, y así hizo a través de los ocho movimientos que componen esta suite. Otro de los grandes logros de esta pieza es que unió aún más a Pablo Picasso con Stranvinsky. Ambos, trabajaron juntos en París y lo mismo que esta obra le hace volver a valorar la música del pasado al compositor, al pintor, le ocurrirá lo mismo con sus arlequines de los periodos azul y rosa. Es además una obra muy valorada por la orquesta, pues la pueblan multitud de pequeños solos de muchos instrumentos distintos y hace que todos se sientan solistas y con gran responsabilidad a lo largo de la misma.

Para no perdérselo.

Jorge Rodríguez Morata
Coordinador de contenidos pedagógicos

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