ENTREVISTAMOS A PABLO FEMENÍA SÁNCHEZ, GANADOR DEL III CONCURSO DE COMPOSICIÓN 'RAMÓN ROLDÁN'

ENTREVISTAMOS A PABLO FEMENÍA SÁNCHEZ, GANADOR DEL III CONCURSO DE COMPOSICIÓN 'RAMÓN ROLDÁN'

El próximo concierto de Iberian Sinfonietta, que tendrá lugar el sábado 12 de abril de 2025 a las 19:00 horas en el Palacio de la Paz de Fuengirola, incluirá en su programa el estreno absoluto de la obra titulada Instante de dos mundos concéntircos del compositor malagueño Pablo Fenemía Sánchez. Esta obra resultó ganadora en la tercera edición del Concurso de Composición "Ramón Roldán" celebrado en 2024 organizado por la Asociación de Compositores e Intérpretes Malagueños (ACIM) en colaboración con Iberian Sinfonietta.

En esta ocasión, entrevistamos al composiotr de la obra para conocer algo más sobre la misma, así como sobre su trayectoria profesional.

Es la primera vez que Iberian Sinfonietta estrena una obra tuya, ¿cómo se produce el contacto con la orquesta y con su director Juan Paulo Gómez?

Mi primer contacto con Juan Paulo ocurrió hace varios años durante mis primeros años estudiando composición en el Conservatorio Superior de Música de Málaga. Él era mi profesor en una asignatura llamada Fundamentos de dirección  y creo que ninguno de los dos imaginábamos por aquel entonces que una composición mía acabaría estando bajo su batuta de director. Para mí es a la vez una sorpresa y un honor que haya ocurrido así. A la orquesta Iberian Sinfonietta la conocí precisamente gracias a la convocatoria de este concurso. Me alegra saber que forman parte de esta propuesta no sólo antiguos profesores, sino también compañeros con los que he compartido clase en el mismo conservatorio.

Tu obra fue la ganadora en la tercera edición del Concurso de Composición "Ramón Roldán", ¿qué opinas sobre este tipo de iniciativas que contribuyen a la presentación de obras de nueva creación?

Este tipo de iniciativas son fundamentales para enriquecer la interacción de la música clásica con la sociedad. Por un lado, ayudan a crear nuevas oportunidades de reunir a músicos y de construir nuevas conexiones entre ellos, algo esencial para crear una comunidad musical activa y dinámica. Por otro lado, traer repertorio nuevo es muy importante para renovar y enriquecer el panorama musical. Creo que esto no concierne exclusivamente a música completamente nueva y por estrenar, sino también a obras que, por circunstancias históricas o meramente fortuitas, han quedado relegadas a la oscuridad: no se tocan porque no se conocen, y como no son conocidas no se tocan, favoreciendo las piezas con las que el público pueda estar familiarizado.

Tu obra se titula Instante de dos mundos concéntricos y es un estreno absoluto, ¿qué esperas del público ante su primera audición?

Estoy muy emocionado por el estreno de esta obra. Fuengirola tiene un significado importante para mí a nivel musical ya que allí fue donde estudié música durante 6 años, a pocos metros del Palacio de la Paz. Volver allí para escuchar mi propia música es ciertamente emocionante. Esta obra tiene ciertos elementos más experimentales respecto a otras piezas estrenadas con anterioridad, por lo que me intriga especialmente ver la reacción del público hacia este tipo de propuestas. Por otra parte, además del público, también es muy interesante desde la perspectiva del compositor la reacción de los propios intérpretes durante el montaje de la obra. Al fin y al cabo son ellos los primeros que la escuchan y los que la crean.

¿Cómo definirías el lenguaje y estilo de tu obra? Háblanos un poco sobre ella.

Hay un gran influencia de la simbología del círculo, que siempre me ha fascinado. En distintas culturas y contextos, el círculo se relaciona con lo infinito, con lo imposible, con la magia o lo divino. Y creo que esto adquiere un matiz muy especial cuando se trata de la música. Al fin y al cabo, crear música significa construir una disposición de sonidos a lo largo del tiempo y, sin embargo, el tiempo es lineal. Este símbolo siempre me ha resultado sumamente misterioso y ha aparecido incluso en otras de mis obras.

A nivel musical, la pieza se compone de dos elementos que se alternan entre sí. Sin embargo, un elemento se va haciendo más débil mientras el otro se expande y ocupa su lugar. Esto me sugiere un viaje en espiral hacia un centro o punto en común donde el elemento cíclico es omnipresente. Hacia el final, esta lógica se quiebra de alguna forma. De alguna forma, aquí se establece otro contraste: la danza circular que por definición es infinita se rompe. Se me viene a la mente un círculo que se estrecha y estrecha y finalmente se convierte en un punto.

Estéticamente, las influencias son muy diversas, a destacar las provenientes de la escuela espectralista y de Messiaen. Aun así, diría que hay un claro componente eclecticista que no deja a un elemento dominar al resto. Uno de los recursos utilizados se puede denominar "Modos de transposición limitada generalizados". La principal diferencia con los originales de Messiaen, es que las notas no se repiten siempre en cada escala. En vez de esto, pequeños patrones de intervalos se repiten como parches a lo largo del espectro sonoro, lo que genera un equilibrio entre lo cromático y lo diatónico que encuentro muy interesante. La instrumentación en sí ha sido otro aspecto al que le he dedicado mucha atención, ya que las cuerdas poseen una gran riqueza a nivel tímbrico. Murail y Saariaho han sido grandes referencias durante el proceso de composición y llamar a un violinista para confirmar que mis ideas no eran demasiado extrañas o irrealizables también se hizo frecuente.

¿En qué momento artístico y creativo te encuentras? Cuéntanos algo sobre tus próximos proyectos.

Musicalmente, vivimos en un tiempo de fragmentación, o al menos así lo vivo yo. Durante los últimos 150 años han surgido tantas iniciativas musicales tan novedosas, que es difícil no querer posicionarse sobre ellas y sobre qué impacto deben tener en la propia música. No es sólo una cuestión de procesarlas individualmente, sino de integrar distintas energías y acercamientos muy alejados de forma coherente en una misma obra. Encontrar una solución (o soluciones) para este dilema es para mí la esencia de ser compositor en esta época. Es al mismo tiempo una maldición y una bendición.

A un nivel más concreto, mis proyectos más inmediatos buscan integrar elementos de la música popular como la electrónica y el jazz con la música clásica, o viceversa. Además, tengo que admitir que la composición de esta pieza me empujó a aprender el violín, por lo que los instrumentos de cuerda ciertamente tendrán un papel importante en mis futuros proyectos.

Algo más que quieras añadir...

Me gustaría agradecer a los organizadores de esta iniciativa, Iberian Sinfonietta y ACIM, por hacer de este proyecto musical algo tangible y por impulsar el panorama musical en la provincia de Málaga. Como compositor, simplemente presentarse a un concurso constituye ya una valiosa experiencia de aprendizaje y de investigación, pero tener la oportunidad de escuchar el resultado de este proceso e interactuar con los músicos es realmente maravilloso. Espero que ellos también disfruten esta experiencia tanto como yo y que les anime a explorar nuevo repertorio y a colaborar con otros compositores.

Para no perdérselo...

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