CONOCIENDO IBERIAN SINFONIETTA
Querido público,
Hoy inauguramos una nueva sección dentro de nuestras publicaciones, “Conociendo Iberian Sinfonietta”. Está dedicada a acercarnos a la labor, la trayectoria y el trabajo que distintos componentes de Iberian Sinfonietta realizan. Ya son cuatro años de andadura y el espíritu de grupo, de orquesta en el que cada uno aporta y es reconocible su propio sello se notan, por eso, a lo largo de estas entradas, conoceremos por dentro a la orquesta.
En esta ocasión, y con motivo de inaugurar la sección, lo haremos como comienza cada concierto, con el Concertino de pie, afinando cada sección de la orquesta. En este sentido, entendemos que la primera entrevista es con el Concertino de la orquesta, Enrique Tudela.
A continuación les dejamos sus opiniones y vivencias a lo largo de estos años de labor, que le agradecemos.
Eres el Concertino de un proyecto hecho realidad que es Iberian Sinfonietta, ¿qué sensaciones te produce?
Creo que lo importante o el acento no está en ser concertino de la Iberian Sinfonietta, sino que este proyecto es una realidad en constante desarrollo en unos tiempos más que difíciles para la cultura. Como Concertino, además, es una maravilla pertenecer a la Iberian Sinfonietta, porque Juan Paulo Gómez me ha permitido a lo largo de estos años desarrollarme plenamente, eligiendo una amplia variedad de programas, de distintos estilos y complejidades que siempre han sido una oportunidad violinística en la preparación previa a los conciertos, estudio de las épocas, compositores, estilos e incluso suelo elegir el arco y el violín para que la sonoridad sea coherente con el programa.
¿Como es tu trabajo en la orquesta?
Uno de los puntos fuertes de este proyecto, a niveles prácticos, es la excelente organización de Juan Paulo, ya que nosotros a principios de temporada ya tenemos los programas, fechas y partituras. Esto es una oportunidad para organizar el estudio a lo largo del año y tener tiempo suficiente para hacer toda esa preparación que no se ve del músico y que requiere muchas horas.
Lo normal es que los meses previos al concierto busque en portales educativos y de investigación: tesis doctorales, artículos y libros sobre compositores, obras y contexto histórico. Estudio los golpes de arco característicos, fraseos, variedad de timbres e intento hacer una evaluación de cómo estas características han ido evolucionando
estilísticamente escuchando distintas versiones que comprenden desde las que ofrecen orquestas de principios del siglo XX hasta las versiones más actuales. Finalmente, suelo dedicar una semana a elegir la combinación de violín y arco que se ajuste mejor a la época compositiva, sobre todo mi objetivo es buscar la sonoridad que se
acerque más al estilo. Un arco francés no te da las misma posibilidades de timbres que un arco de la escuela inglesa, de la misma manera un violín italiano no te da los mismos matices que un violín francés. Por eso, parte de mi trabajo es dedicarle horas a la
búsqueda de la combinación adecuada al repertorio.
Todo este trabajo me da la oportunidad de tener una idea ecléctica de todas las posibilidades interpretativas del programa que vamos a ofrecer. Al final, queda la pieza más importante que encajar, la propia versión del director que es ya la experiencia culmen para todo músico de orquesta.
Con la vista atrás, ¿que te parecen estos tres años?
Cuando visitas la página web de Iberian Sinfonietta, en el apartado ¿Quiénes somos?, me gusta como empieza: “Iberian Sinfonietta es un proyecto orquestal de carácter filantrópico formado por músicos profesionales que nace en 2019 en la Costa del Sol (Málaga) con un objetivo educativo y cultural hacia la comunidad basado, principalmente, en el apoyo y difusión de la Música Clásica.”
Si echo mi mirada atrás esto es justo lo que veo, que hemos hecho un esfuerzo por difundir la Música Clásica añadiendo una complejidad inimaginable en aquel año que era el estallido de una pandemia, y que seguimos en ello. Y que desde el principio se unió la profesionalidad con el carácter filantrópico, que depende de cómo lo mires parece una combinación pasada de moda, pero desde mi punto de vista es un concepto muy actual y diría innovador. Porque realizar proyectos que tengan como pilares la comunidad y el “amor al arte” no significa que todo vale, hay que trabajar duro, ser profesionales y dar siempre lo mejor al público. Y eso es lo que veo, si echo la vista atrás y lo que quiero seguir viendo de cara al futuro de esta orquesta.
Lo mejor y lo mejorable
Siempre voy a decir que lo mejor es la labor y esfuerzo que realiza Juan Paulo, que no se ve en un video de YouTube ni en una entrada de blog, para hacer realidad este proyecto y garantizar su continuidad. Por supuesto, es maravilloso seguir teniendo la confianza del director para ser Concertino de Iberian Sinfonietta. Y una de las emociones más gratificantes, es la sensación de comunidad con tus compañeros, sentir que todos somos parte de este proyecto, todos crecemos juntos
gracias a la música y la cultura, con respeto y buen hacer.
Me vas a permitir que no diga nada en relación qué mejorar, porque seguimos trabajando y creciendo cada uno desde nuestro atril en un proyecto joven que tiende cada vez más a consolidarse y tener su espacio en la sociedad cultural malagueña. Estamos construyendo nuestro futuro como orquesta con objetivos cumplidos y otros que vendrán, esta pregunta me gustaría hacérmela pasados más años.
¿En qué momento estás y está la orquesta?
Creo que la orquesta está en un momento magnífico, ha superado tiempos difíciles nada más empezar, y siento que la maquinaria está ahora perfectamente engranada para que la orquesta afiance su propio estilo que sea su sello de identidad, es decir cuando escuches la orquesta haya características que te digan, esto es Iberian Sinfonietta. Como he dicho antes, hay sensación de grupo, algo fundamental para trabajar juntos y más con un tejido cultural tan sensible como la música interpretada en grupo.
Por mi parte, mi momento es bueno, muy bueno, me siento realizado y respetado como violinista en la Iberian y me gustaría seguir estando a la altura de la confianza que deposita en mí el director y la orquesta.
¡Algo que se nos quede en el tintero!
Pues se nos queda lo más importante, nuestro público. Es una enorme satisfacción la respuesta que tenemos y que hemos tenido en época de pandemia. Es más, tenemos nuestros seguidores habituales de los conciertos. Iberian Sinfonietta es un ejemplo de que si se quiere se puede, somos un grupo de músicos profesionales con un objetivo común más que noble en los tiempos que corren que es ofrecer cultura de calidad sistemáticamente. Gracias a todos mis compañeros, todos los que formamos parte de este proyecto, por todo lo que compartimos gracias a la música y por el trabajo en conjunto, lo cual es un lujo. Esto no sería posible sin Juan Paulo, le agradezco y le agradecemos que un día hiciera realidad este proyecto y que siga trabajando en ello con la disciplina y constancia que sé que le dedica.
Jorge Rodríguez Morata
Coordinador de contenidos pedagógicos