ENTREVISTAMOS AL PIANISTA ANTONIO ORTIZ CON MOTIVO DE SU CONCIERTO CON IBERIAN SINFONIETTA EL MES DE JUNIO

ENTREVISTAMOS AL PIANISTA ANTONIO ORTIZ CON MOTIVO DE SU CONCIERTO CON IBERIAN SINFONIETTA EL MES DE JUNIO

 

El próximo concierto de Iberian Sinfonietta, que tendrá lugar el sábado 14 de junio de 2025 a las 19:00 horas en el Palacio de la Paz de Fuengirola, incluirá en su programa un repertorio en el que Beethoven y Mendelssohn serán los protagonistas de la tarde. Concretamente, del primero escucharemos su Concierto para piano y orquesta nº 1 en Do mayor, Op. 15, en el que el pianista Antonio Ortiz será en encargado de realizar la parte solista. De Mendelssohn, escucharemos su célebre Sinfonía nº 4 en la mayor, Op. 90, más conocidad como "Sinfonía Italiana". 

Antonio Ortiz es catedrático de piano en el Conservatorio Superior de Música de Málaga, compaginando su labor docente con la de concertista, con una trayectoria más que manifiesta a nivel nacional e internacional. Con objeto de conocerlo un poco más, le hemos realizado una entrevista para que nos cuante más sobre su actividad profesional y proyectos futuros.

 

Es la primera vez que tocas con Iberian Sinfonietta y con su director Juan Paulo Gómez, ¿Qué sensaciones esperas? 

Aunque es la primera vez que toco con la orquesta Iberian Sinfonietta y con el Maestro Juan Paulo Gómez, ya tenemos una conexión profesional muy cercana, ya que somos compañeros catedráticos en el Conservatorio Superior de Música de Málaga. Eso me da mucha confianza y expectativas muy positivas. Espero una experiencia enriquecedora, con un diálogo musical fluido y una interpretación conjunta muy comprometida. Estoy seguro de que esta colaboración será muy especial para todos.

Háblanos un poco sobre la obra que vas a interpretar y destácanos lo que consideres más relevante de ella.

El Concierto para piano y orquesta No. 1 en Do mayor, Op. 15, de Beethoven es una obra que combina una estructura clásica impecable con una energía y expresividad que ya anticipan el espíritu romántico que vendrá después. Desde el punto de vista técnico, la obra exige un diálogo constante entre el solista y la orquesta, donde el piano despliega pasajes virtuosos, desde rápidos arpegios y escalas hasta delicados matices dinámicos y rítmicos, que requieren un control absoluto y sensibilidad para no opacar la textura orquestal. Lo que me emociona profundamente de esta obra es cómo Beethoven, con su lenguaje tan personal, logra transformar cada nota en una conversación viva, llena de contrastes y colores, donde la pasión y la precisión van de la mano. Interpretarla significa sumergirse en un mundo donde el virtuosismo técnico se convierte en vehículo para transmitir emociones profundas, desde la alegría radiante hasta la introspección más íntima. Para mí, este concierto es un reto constante que invita a conectar tanto con la música como con el público en cada frase.

Creo que esta obra tiene un significado muy especial para ti ¿Podrías compartir con nosotros el motivo? 

Esta obra tiene un significado muy especial para mí porque la primera vez que la interpreté, fue dirigida por mi esposa, Blanca Trabalón, que en ese momento estaba embarazada de siete meses de nuestro primer hijo. Esa experiencia quedó grabada para siempre en mi memoria, porque fue un momento lleno de amor que marcó mi carrera y mi vida personal. Ahora, interpretar este concierto de nuevo y saber que nuestro hijo estará tocando en el tutti de los violines en esta ocasión, me llena de una alegría y una emoción indescriptibles. Es como cerrar un círculo, una conexión profunda entre la música y mi familia que convierte cada nota en algo mucho más significativo aún si cabe.

¿Cómo abordas la interpretación de una obra que es interpretada de manera habitual por los pianistas en salas de conciertos? ¿Cómo crees que podrías transmitir a la audiencia tu versión personal de la obra?

Interpretar una obra tan conocida y frecuentemente interpretada como este Concierto No. 1 de Beethoven siempre implica una reflexión profunda sobre cómo aportar algo personal sin perder la esencia de la obra.  Lo que trato de hacer es dejar espacio para la espontaneidad sin perder la rigurosidad técnica. La obra tiene una gran riqueza de matices, tanto en lo expresivo como en lo formal, y mi objetivo es rescatar esos detalles que quizás pasan desapercibidos en interpretaciones más estandarizadas. Cada interpretación es un reflejo de uno mismo, de lo que uno siente al entrar en contacto con esa música en un momento particular de su vida. La clave está en cómo transmitimos esa emoción al público, en los pequeños gestos, en las sutilezas… También, la interacción con la orquesta y el director es crucial. Esta obra no es solo una pieza en la que el piano se impone, sino un diálogo continuo entre el solista y la orquesta. La sinfonía de voces, los contrastes y las transiciones, me permiten transmitir algo personal a través de ese juego constante, de esa búsqueda por encontrar el balance perfecto entre libertad e interpretación precisa. Al final, lo que me gustaría es que la audiencia no solo escuche la obra, sino que se sienta inmersa en ella, que se conecte con la música de una manera íntima y viva, que les haga sentir algo diferente y único, tal como a mí me hace sentir cada vez que la interpreto.

¿En qué momento artístico te encuentras?

Me encuentro en un momento de mi carrera en el que la evolución artística sigue siendo constante. He logrado alcanzar una madurez técnica, pero creo que lo más importante ahora es poder profundizar cada vez más en la expresión y la conexión emocional con la música. Estoy en una etapa en la que cada interpretación se convierte en un acto de reflexión y de búsqueda: no solo quiero ejecutar una obra, sino sentirla y hacerla sentir al público. El repertorio clásico sigue siendo fundamental para mí, pero en estos últimos años he explorado también obras contemporáneas, lo cual ha sido un desafío enriquecedor. De hecho, la música de cámara ocupa un lugar especial en mi vida artística. El trabajo en conjunto, el escuchar al otro y la interpretación colectiva en este formato me ha permitido enriquecer mi visión musical y mi capacidad de diálogo con los otros músicos.

A nivel personal, creo que es un momento de consolidación, en el que no busco solo la perfección técnica, sino también la profundidad y la autenticidad en lo que toco. Cada concierto es una oportunidad para seguir aprendiendo y seguir buscando, sobre todo, un sentido de libertad dentro de la estructura de la obra. A pesar de no haber trabajado aún con la orquesta Iberian Sinfonietta, estoy muy emocionado por esta experiencia, porque la orquesta aporta una dimensión completamente nueva a la interpretación, y tengo muchas ganas de explorar esa interacción que, estoy seguro, será muy enriquecedora.

Cuéntanos algo sobre tus próximos proyectos

Mis próximos proyectos son una combinación de mi trabajo artístico y pedagógico. En julio, estaré como profesor en los Cursos de Música Pirineos Junior y Classic de Canfranc, una experiencia que me permite compartir mi pasión por la música con jóvenes talentos. Me encanta poder ofrecerles no solo conocimiento técnico, sino también la inspiración para que desarrollen su propio lenguaje musical y su creatividad.
En el ámbito artístico, estaré participando en el Festival Pirineos Classic, donde interpretaré la integral de la Suite Iberia de Isaac Albéniz. Esta obra es un desafío impresionante por su complejidad técnica y la riqueza de sus paisajes sonoros, y es un honor poder interpretarla de manera integral, dado su profundo vínculo con nuestra tradición musical. Además, tengo la oportunidad de interpretar, por primera vez, el Concierto para piano No. 3 de Rachmaninov, un concierto que me emociona profundamente tanto por su magnificencia técnica como por la intensidad que transmite. Lo haré junto a la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga en el Teatro Cervantes, en un concierto benéfico organizado por Manos Unidas, lo que le da un valor humano y simbólico a esta interpretación que va más allá de la música.

Compaginar estos proyectos me mantiene en un equilibrio constante entre la enseñanza y la interpretación, dos facetas que se alimentan mutuamente. Cada vez que me enfrento a una obra, ya sea como intérprete o como pedagogo, encuentro que la música tiene algo nuevo que enseñarme, y me siento muy afortunado de poder compartir ese aprendizaje con otros.

Algo más que quieras añadir…

La verdad es que cada uno de estos proyectos me llena de una gratitud profunda, porque representan no solo desafíos artísticos, sino también oportunidades de crecimiento personal. Como intérprete, siempre busco seguir aprendiendo y explorar nuevas facetas de la música. Y como pedagogo, el contacto con los estudiantes me recuerda constantemente por qué la música es un lenguaje universal y una herramienta de transformación. Es un momento de mucha emoción para mí, porque estoy logrando integrar esas dos pasiones, y lo que me motiva es saber que, tanto en el aula como en el escenario, la música tiene el poder de generar algo profundo en quienes la escuchan o la tocan. A través de la enseñanza y de los conciertos, trato de devolver algo de lo que la música me ha dado a lo largo de mi vida, y eso es lo que más me inspira en este momento.

Quiero aprovechar también para agradecer a Juan Paulo Gómez por la invitación a interpretar este concierto junto a la orquesta Iberian Sinfonietta. Estoy muy ilusionado por esta colaboración y espero que sea el comienzo de muchas más. ¡Será un verdadero placer compartir esta experiencia musical con él y con los músicos de la orquesta!

Para no perdérselo...

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